Todos (o casi todos, aquél que vive aislado de la prensa no) hemos oído hablar del caso de Olav, el niño de 11 años al que le bajaron medio punto por poner la fecha en castellano. Hace una semana de que saliese a la luz la polémica, tiempo suficiente para que podamos servirla en frío.
Siento decirles a los señores fachas que apruebo que le bajen la fecha por ponerlo en castellano en vez de catalán. Es un examen de catalán, ¡se evalúa su nivel! No debe haber nada en ningún otro idioma salvo que se indique lo contrario. Seguro que si hubiese sido el examen de inglés no habría tanta polémica.
Lo que sí me parece algo fuera de la tangente es que el niño no se pueda matricular en español (e, irónicamente, el colegio se llama Cervantes). Es el fenómeno de diglosia que se da en las comunidades bilingües, algunas en contra del castellano, como en Baleares, Cataluña y el País Vasco, mientras que en Galicia el idioma marginal sigue siendo el gallego.
A mi nunca me verán defender un idioma que se impone sobre otro, pero sí lucharé por ese idioma que se degrada. El objetivo es buscar un equilibrio, una igualdad entre ambas lenguas. Perdone la persona que dijo que el niño, por ser ibicenco, que debería darle vergüenza que hable mejor el castellano que el catalán. No, vergüenza da el ir por las carreteras de Ibiza y ver la magnífica labor que ha realizado el señor Francesc Antich al quitar de las señales la lengua de Cervantes, en vez de dejarlo como estaba, con ambas lenguas. Un acto que podría decirse que es hasta anticonstitucional, pues ésta defiende la cooficialidad de las lenguas en las comunidades plurilingües, la igualdad entre ambas.
La tendencia de europa es a eliminar fronteras, formando uniones políticas. Sin embargo, gobiernos como este se cierran en sí mismo. No digo que haya que liberizarse completamente. No hay que renunciar a sus raíces, en absoluto. Sólo pregunto, ¿qué consiguen con cerrarse?
Y quiero que quede claro, porque veo venir confusiones. Sólo estoy en contra de la imposición de una lengua cualquiera sobre otra, sea la que sea. Lucho por una igualdad, no porque una lengua sea mejor que la otra. Porque no hay lengua mejor. Ni peor.
5 comentarios:
En Galicia, a finales del siglo XIX, el 90% de la población sólo sabía hablar gallego. Hoy en día sólo en los núcleos de menos de 5000 habitantes el gallego es la primera lengua.
Y que haya gente que diga que el castellano está en peligro en Galicia es para encerrarlo en una habitación escuchando muiñeiras durante un mes.
La lengua en España es un problema porque hay sectores que lo utilizan políticamente.
Esto nos pasa a los gallegos por perder dos guerras civiles. Y pensar que podríamos haber sido gobernados por ingleses o formar parte de Portugal...
Con los ingleses lo habríais llevado claro XD
Con los portugueses, como que os daría igual supongo, son lenguas tan parecida (recuerda que hace 500 años eran la misma lengua), que no habría ninguna diglosia, habría indiferencia a la hora de elegir con qué lengua hablar. Incluso atrevería a decir que se fusionarían las lenguas para volver a ser la misma.
De todas formas, hablar en subjuntivo sólo suele servir para ilusionarse, hay que aceptar la realidad. Si quieres cambiar algo, tienes que hacer algo más que soñar.
Viendo como funciona la burocracia y la política en el Reino Unido sería una bendición. Al menos hubiéramos tenido una democracia mucho antes...
El portugués y el gallego es una diasistema así que prácticamente son el mismo idioma. No varía más que el castellano cerrado de alguien de un pueblo de Andalucía y el de un burgalés también de pueblo.
Pero sí, hay que dejar de soñar para despertarse en esta pesadilla en la que Frijolito nos gobierna.
Lo lógico es que exista un bilingüismo equilibrado, para todos aquellos territorios donde haya varias lenguas, no ha de imponerse ninguna, ocmo dices tú. Hay casos en el qe esto no ocurre, como en cataluña, donde te multan por poner rótulos en las tiendas en castellano. Pero poner "Burguer King" es legal.
Lo que dice Gud es ideal, y fuera posible de alcanzar si tan solo se pudiera poner el orgullo terco y los nacionalismos extremistas a un lado. Esto lo digo como ferviente defensor del castellano, al cual le tengo mucho respeto y cariño.
Ahora, a mi siempre me ha parecido que cada quien es dueño de su idioma y hay que respetarlo. Por eso yo prefiero escribir Basketball o Baloncesto, antes que escribir básquetbol. côte d' Ivoire antes que Costa de Marfíl... Tonterías mías, para ser honesto.
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