No se metan con la Leti

La prensa rosa se ha quedado sin ideas, y de repente descubren que la Princesa Letizia de Asturias es cazadora. Y no dejan escapar esa oportunidad, que para ellos es como oro caído del Cielo.

Que si la Leti mató a una perdiz; que si tal; bla bla bla; truños, truños, truños... Hay que ver como esa basura convierte a la gente en moscas para ella. Enganchan a sus seguidores como si fuera una droga.

Un día de estos, oía en la tele, que estaba encendida, a un hombre, posiblemente del Programa de Ana Rosa; contando sus batallitas. Decía que iba mucho al campo y que no comprende como alguien pueda ver a una perdiz, que va feliz por el campo, y dispararla. Me habría encantado haberle dicho a ese hombre: "El mundo no lo creó Walt Disney ni los animales son como en Bambi"

Ustedes lectores pensarán que qué tengo en contra del ecologismo. Pues en realidad, no estoy en contra del ecologismo, es más, estoy a favor. Lucho a mi manera contra sequías, calentamiento global etc. ¿Y por qué defiendo la caza? Pues porque la caza, en su justa medida, es muy positiva para la naturaleza. Pero no hablo de furtivismos ni esquilmar zonas enviando en masa cazadores armados con AK-47 o con lanzallamas, sino de la caza pura.

La caza pura consiste, por ejemplo, en ir a recechar un animal; meterse en su terrenoo e ir a por él, armado sólamente con un rifle. Esto le da la ventaja al animal y no al hombre, por lo que unos días se gana y otros se pierde. Es como en la prehistoria, cuando el hombre cazaba por sobrevivir, había días en los que cazaban y no.

Pero el hombre ya no necesita cazar para sobervivir en el mundo moderno. Pero no por ello se debe dejar de cazar, pero ¿por qué? Pues porque evita la sobrepoblación y enfermedades que se puedan dar por malos cruces de sangre o falta de territorio. Pongamos un ejemplo: en estos últimos años se cazan más jabalís que nunca. ¿Significa eso que el jabalí desaparece en España? No, para nada. De hecho han aumentado su población, provocando destrozos en algunos lugares como campos de golf.

Antiguamente, los guardabosques eran gente mayor del pueblo, que se conocían el bosque como la palma de su mano y sabían leerlo. Pero ahora los guardabosques ya no son así, sino jóvenes con las gafas redondas y lo más importante: ecologistas radicales. Vegetarianos, son tan extremistas a la hora de proteger un animal que se degarían matar por ellos, darían su vida por Greenpeace... Esto no es ecologismo, esto es un radicalismo desarrollado por urbanitas que tratan de evitar toda acción humana, y Greenpeace es su brazo político, y por ello no quise dar mi firma en Munich a esta ONG cuando me encontré a algunos afiliados suyos protestando.

Esta gente son los que por ejemplo, "cuidan" el lince ibérico en el Parque Nacional de Doñana. Cada vez quedan menos linces que malviven en ese parque porque los cuidan demasiado, no dejan en paz a los linces. Lo que necesitan son conejos para cazar, no caricias. Así están las cosas: el lince en Doñana desaparecerá, pero en Sierra Morena crece en antiguos cotos de caza ya que es un hábitat muy apto para ellos, incluso no me extrañaría que se confirmase que aparecen en la Sierra de Madrid ya que no tienen la presión de los ecologistas encima.

Así que lo mejor para la naturaleza no es ser ecologista in extremis, ya que también la destruyes. Lo mejor es quedarse en el término medio, como la Leti, así le hacemos un favor al mundo.