Clama. Tranquilidad. Demasiada. Simple calma, y después, la tormenta. Ya. Ya viene. Se acerca. Está aquí. El viento empieza a soplar con fuerza. Te empieza a zarandear bruscamente y sin piedad.
Un tornado de insultos y amenazas sin parar que no deja de acosarte ni una sola hora del día. Se trata de una desgarradora y bestial caza de brujas en la que te persiguen sin parar con el fin de debilitarte y empezar a destruirte teniendo una carencia brutal de piedad. Es el zumbido del mal del prejucio y de la falta de respeto que te revienta los tímpanos y las orejas con la fuerza de un tifón. Tratas de imponerte a pesar de que es uan fuerza muy superior y por lo tanto todo esfuerzo tuyo es en vano y solamente conseguirá que se acentúe y persista Pero inseperadamente la paz llega y tormenta llega, por fin, a su final.
Llegó la luz. Se abrió un claro. No es punto final. Es un punto aparte. Ya volverá. No tardará. Un poco de tiempo. ¿Para qué? Para recuperarte. Disfruta el momento; prepárate de nuevo. Porque ya está de vuelta. Dixi.
Bienvenido a mi vida.
Dedicado a todos aquellos que sufren una terrible experiencia y le cuesta seguir avanzando. No os preocupéis, siempre quedará un halo de esperanza, la luz que llega.
La hormiga viviente más primitiva
Hace 1 día
11 comentarios:
Déjales, no son más que idiotas.
Ya, cierto es, mas la única compañía que te queda de la que te fías es tu propia mente.
Por suerte, los amigos están ahí para que algunas veces ese infierno sea un poco más fácil de soportar.
Me temo que no has captado bien la idea del todo.
tan mala es la sociedad de los ricos?
xD
No tiene que ver con el dinero.
No te preocupes, hay mucho gilipollas suelto que no madura. Tu tranquilo. Lo importante es saberse mantener calmado y no hacer caso a esa gente. Piensa en su patética vida, y en lo que tienen que hacer para no pensar en lo mal que viven.
Esto es un golpe a mi status, pero en fin: Tranquilo tio, te comprendo. Yo lo arregle comprandome una katana, anunciandolo publicamente y echando miradas de reojo a la gente
Lo que dice Gud es muy cierto. El otro día, salí con unos amigos y de repente llegaron unos otros y yo corrí de allí con otro amigo mío (podeis llamarme cobarde, pero ya sé que lo soy) por que los dos pensabamos igual: Venían con la intención de pegarnos. No fuimos muy lejos, lo suficiente como para poder observarlos. Al final no les hicieron nada a los que quedaron, pero dijeron que "voy allí y les pego a los otros 2" (yo y mi amigo) pero al final no hicieron nada y se largaron. Todavía no me lo quité de la cabeza. Como la gente puede ser tan gilipollas es algo que me sorpreende todavía. Yo no me he quedado, por que eran como 6 o 7, pero si fuera solo 1... Como me encuentre a 1 solo por la calle, y me diga algo, no aguantaré ni un poco más. Tengo mucha tranquilidad, mucha paciencia, pero hasta conmigo se agotan.
Un loco llamado Friedich Nietzsche dijo "Lo que no me destruye me hace más fuerte" Y ahora me encuentro con una fortaleza férrea a pesar de que el problema no se ha solucionado, ni mucho menos. Pero si los hijos de puta volasen no se vería el sol, así que mejor ignorarles para que se queden anclados al suelo.
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