Hasta la muerte

Un efecto curioso que se ve todo los días y que me disgusta es el hecho de que, aquí en España, se siga a los partidos políticos como si fuesen clubes de fútbol. Se traga todo lo que les eche el líder de su partido político. Sea del PSOE. Sea del PP. Sea de Ciudadanos Agobiados y Cabreados.

No es raro encontrarse a alguien que tenga unas creencias firmes en su partido, que lo sigue desde que tenía conciencia y lo seguirá por siempre. Algunos hasta la muerte. Incluso hay quien rechaza al del partido contrario aunque diga una verdad. Ignoro si hay algunos que se tatúa un retrato de su líder en el pecho o en la nalga.

¿Está interesado en unirse a esta estirpe de gente? Pues bien, lo primero que hay que hacer es tener la ideología ideal de tu partido. Es decir, tienes que estar de acuerdo con todo lo que dicen, sin negación. Por poner un ejemplo, no puedes ser del PSOE y estar en contra del aborto. No, eso no se puede, es incompatible. Ni puedes ser del PP y no ser un fiel creyente. En absoluto. ¿Y por qué no? Pues porque se incumple el primero de los sagrados mandamientos, "Adorarás a y sus palabras sobre todas las cosas". Si Fulano dice que esto, tiene que ser esto, no eso.

Si quieren ver un ejemplo, miren esta noticia en 20 minutos, en la que dice que Mariano Rajoy, líder de la oposición, olvidó cerrar el micrófono al decir "mañana tengo que ir al coñazo del desfile". Pero lo que no quiero señalar es la noticia en sí, sino la zona de comentarios. Los comentarios del bando ZP reciben votos a favor, y los que defienden a Rajoy con votos en contra. Unos comentarios que sólo demuestran un fervor por su líder. Nadie se pone a pensar que eso de a todos los políticos le pasa eso más de una vez, decir algo con el micrófono abierto sin darse cuenta de que lo está. No, todos se ponen a alabar a uno y lanzar trastos contra el otro, sea del partido que sea.

¿Y cómo curar esta clase de fanatismo? Una vía sería la que indiqué en un post de hace unos meses sobre el fanatismo, con humor. Pero también habría que diversificar esta idea de que cada uno piense lo que piense, y que elija a quien elija pensando quién lo hará mejor, no elegir a uno porque sí. Hay que salirse del molde y pensar cada uno lo que vea él, quitarse las orejeras, no ceñirse a un punto. Abrir el abanico, el espectro. Y una vez hecho, elegir la mejor opción, la que veas que lo hará mejor.

Cada uno tenemos que tener nuestra opinión, no la de otros, y más en estos tiempos difíciles. Ahora que hay una crisis, los políticos aprovechan la gran cantidad de datos negativos, los tergiversan para que les favorezcan. No. Hay que ver los datos y compararlos y sacar un criterio propio. Es algo que os pido a todos, no es difícil de hacer. Adapten estas ideas a vuestro ámbito y rompan el muro.